Escrito por José Ignacio Perea
Esperando firmemente en piso de la desesperación , he vivido en soledad, no puedo acompañarme en este mundo sin ella y por la suerte del limite hay más de esa voluntad de sentirme mal me... faltas "tú".
Pienso, para pensar repetidamente y no llego a ningún destino ... toda fantasía es sinónimo de dormir por encima de mi soledad y un latido afina mi corazón: confesando a la voz del milagro que aún la amo.
Ella, servía para poder extrañar algo a la luz de las velaz... te cobró que sentir sus palabras, abrian un cielo...dejarse llevar por su recuerdo me cobra extrañar sus besos con destino a la inspiración de amar sin importar su destino ni la realidad de nuestras edades.
Desatamer llorando sobre sus fotografías me llena los días lluviosos donde el sol no me visita ni por equivocación a este cuerpo de corazón puro.
Me robe mi corazón abriendo el abismo para vivir en el abismo, lejano de los años helados sin la comprensión de ella a mi estimulo de desearla. Pudo ser... pudo ser... pudo ser mi primer amor... y único... antes de irme al paso eterno del cielo.
Me saludan los sentimientos de tu cuerpo en ausencia de tus años sin verte.
Trabajo, para la soledad de la solución sin permitir entrar los rayos del sol a mi corazón. Giré la voluntad por esperar un llamado de tu voz que me necesite, si no sirvo para amar por que me duele no verla...
Dios, es testigo de llorarle a la suplica de verte, entrar por el filo de mi puerta de este silencio que se vuelven piedras en un castillo que abre el paso del deseo de serntirme amado por ella y no llega el milagro... ni por error.
Ella, corre sin pensarlo a la explicación del canto de las campanas donde poco a poco la palabra se volvió en "espera" inútil. Se que la porfecia de ser elegido como eterno no es mi suerte . Una ilusión que palpita se asegura que es una flor sangrando que sigue esperando la lunas de tus ojos.
Los hechos son promesas para caer en la leyenda de un hombre sin amor y llena con "mucha pasión" la palabra (espera) alimenta con lagrimas la extraña espera,por que ella vuelva por detrás de la luna.
Reflexion: En el verdadero amor ni la luna ni el sol los puede separar ni iluminar o opacar .Es de sabios saber que el uno ilumina al otro para obrar bien.
Cuando se ama de verdad no hay amor infiel. No importa la edad ni la época el amor no caduca.
