Escrito por José Ignacio.
Abres una puerta para cerrar la puerta de un mar de milagros "sinceros" . Escuchas el alma de los árboles que te hablan sobre el ciego corazón que camino sobre tu pasado. Que divina locura apagare la luz de las estrellas y la luz de la luna para que la oscuridad nos sumerga en un beso. No se si fui la puerta del interior de tu alma o la voz de Dios. Para entrar a tu alma.
No verte es una duda sin respuesta y si no existe respuesta es porque la pregunta jamás resolvera la duda.
Es esa duda de voluntad, es esa necesidad sin sentido que gira el corazón hacia la locura se inicia con la voz de los ojos que buscan un lugar para hablarle de amor pero te llena de amor su figura y no te deja pensar ni dormir.
Sin voluntad, claridad o de destino y por si más falta: casualidad de dos caminos que se encuentran en un mismo río. Que más resulta es amor. Como ganarle a la velocidad del amor sin incomodar el velo de tu cabello y colocar la capa de oro sobre la luz de tus ojos una corona de cristal será tu identidad de una casualidad nació el hombro donde pueda acomodar mi hombro y ver las olas del mar hasta que nuevamente apague la luz de las estrellas y la luna y la imaginación de los demás canten lo que sucede en nuestra oscuridad.
